Las apariencias de un lugar cambian totalmente según su climatología. Deberíamos saber apreciar todos los lugares en distintos momentos, por ejemplo en el momento lluvioso aparece una fuente espectacular, seguramente en un día lluvioso nadie se fijaría en los pequeños detalles de la vida, en lo espectacular que puede llegar a ser ver caer el agua sobre agua.Aunque como contraste en el anuncio acaba saliendo el sol, los colores son mucho más vivos, todo es más alegre. Se aprecia mejor el color de las flores, el viento, la naturaleza en si , con ese cielo tan claro que parece que te llama para que no dejes de mirarlo.
En el día lluvioso corren los que van andando, en cambio en el día de sol quien corre es el conductor de la moto, porque puede sentir la velocidad sin correr ningún riesgo.
Deberíamos replantearnos si de verdad sabemos apreciar la vida y lo que nos rodea, o quizás es mentira que todos viajamos para ver monumentos históricos, otros estilos.... de otras zonas sin conocer bien , o incluso ni visitar, monumentos que tienes en tu misma ciudad. Hay que aprender a apreciar hasta lo más insignificante.Menos mal que existen personas que no dejan de recordarnos sus raíces, y con ello levanta un sentimiento de aprecio por lo nuestro. Por ejemplo en Sevilla , hay miles de videoclip, de canciones que hablan de nuestra cultura, el olor el azahar...
Parece mentira que con un poco de agüita cambie tanto el paisaje al que estamos acostumbrados, especialmente si es urbano. La cantidad de reflejos que aparecen en el pavimento mojado, especialmente de las luces de farolas, edificios y coches...Después de esto deberíamos buscar tanto el sol como la lluvia. Hay que sacar partido a nuestra arquitectura tanto de día, como de noche, en un día nublado o soleado... Para ello se utiliza el color, los distintos materiales, los focos de luz, la naturaleza ...
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